El Reino de Bélgica, (en neerlandés: Koninkrijk België, en francés: Royaume de Belgique y en alemán: Königreich Belgien) conocida simplemente como Bélgica (en neerlandés, België; en francés, Belgique; en alemán, Belgien), es un país soberano, miembro de la Unión Europea, situado en el noroeste europeo. El país cubre una superficie de 30 528 kilómetros cuadrados y posee una población de 11 409 077 habitantes según la estimación de 2016. Su capital es Bruselas mientras su ciudad más poblada es Amberes.
Demografía[]
Bélgica tiene una población de 11 409 077 habitantes según la estimación de julio de 2016 y una densidad de población de 368,5 hab./km², siendo una de las más elevadas de Europa, después de los Países Bajos y de algunos microestados como Mónaco y Ciudad del Vaticano. Las áreas con mayor densidad de población son las que están alrededor de las aglomeraciones de Bruselas-Amberes-Gante-Lovaina —región conocida como el Diamante Flamenco— así como en otros centros urbanos importantes.
La región de las Ardenas es la que tiene menor densidad de población del país. En 2005, la región Flamenca tenía una población de aproximadamente 6 043 161 habitantes. La seguían Valonia con 3 395 942 y Bruselas con 1 006 749. Casi toda la población es urbana (97,3 % en 1999). Las ciudades principales son Bruselas (1 006 749 en la ciudad s.s. y unos 2 millones en su aglomeración), Amberes (457 749 en la comuna y 900 000 con su área metropolitana), Gante (230 951), Charleroi (201 373), Lieja (185 574 en el municipio y 600 000 en su aglomeración) y Brujas (117 253).
Educación[]
Se estima que el 98% de la población adulta está alfabetizada. La educación es obligatoria entre los seis y los dieciocho años, pero muchos belgas continúan estudiando hasta los 23 años aproximadamente. En 1999, Bélgica tenía la tercera mayor proporción de jóvenes de 18 a 21 años matriculados en la educación superior de entre todos los países de la OCDE, con un 42 por ciento. Sin embargo, en los últimos años, el principal tema de preocupación es el analfabetismo funcional. En el periodo 1994-1998, el 18,4 por ciento de la población belga carecía de hábitos de lectura. No obstante, cabe destacar que —al menos en el caso de las escuelas católicas— las autoridades religiosas tienen un poder muy limitado.